Más de 133 millones de estadounidenses padecen diabetes o prediabetes. La diabetes está asociada con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer y duplica el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.
Las personas de comunidades negras e hispanas/latinas tienen un 50% más de probabilidades de ser diagnosticadas con diabetes en comparación con los blancos no hispanos, y los indios americanos/nativos de Alaska tienen el doble de probabilidades. La ubicación, el acceso al transporte, el nivel educativo, la situación laboral, el acceso a la atención médica y el acceso a alimentos saludables también ponen a estas comunidades en mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas potencialmente mortales, como diabetes, ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas.
La conexión entre estas enfermedades y su impacto desproporcionado en las comunidades de color subraya aún más cómo, al trabajar a través de asociaciones colaborativas con organizaciones locales y miembros de la comunidad, podemos comenzar a lograr equidad en salud para todos.